Excelente servicio!!! A precios bastante accesibles, la atención de los chicos es muy buena, dan recomendaciones y te ayudan en todo momento, el dueño súper lindo y amable. El local es pequeño y por ello no hay mucho espacio para comer y hay que estar parados pero no es nada grave para mí eso.
Sin duda regresaría.

El lugar está muy bien ordenado y los empleados son muy atentos y te indican de manera sencilla como preparar o comer lo del que compras. Yo compré un te en bolsita y me ofrecieron vaso pero les pedí un popote y con eso fue suficiente. Lo único es que los cheetos son dulces y el ramen si es bastante picoso. Tiene pocas sillas para consumir y están destinadas a personas mayores pero tampoco es que restrinjan que te sientes

Fue una experiencia curiosa el preparar tu propio ramen, tu eliges tus toppings y viertes el condimento y la salsa mientras mueves la pasta con el agua caliente, pero puede ser algo incómodo ya que no hay sillas para sentarse (a menos de que lleves niños o personas mayores). Las mesas con forma de ramen son el toque igual que la variedad de dulces. El personal es amable pero entra mucha gente y enseñar o ayudar a alguien que va por primera vez puede que les sea complicado incluso por como acomodaron las cosas en el local. Si te gusta el ramen es una buena opción de comida rápida y no estarás ahí mucho tiempo.